Las elecciones parlamentarias en Rusia. No contarán con observadores electorales de la OSCE. Los medios de comunicación y la oposición -no solo los simpatizantes de Alexei Navalny- están bajo presión.
Este viernes (17.09.2021) comienzan en Rusia las elecciones parlamentarias y regionales de tres días, y para la oposición es cada vez más difícil llegar a los electores. A principios de septiembre, un tribunal de Moscú prohibió a la empresa estadounidense Google y a su homóloga rusa Yandex vincular el término “Vote Smart” (voto inteligente, en español) en sus resultados de búsqueda.
“Vote Smart” es una iniciativa del político opositor encarcelado Alexei Navalny. Para debilitar al partido de Vladimir Putin, “Rusia Unida”, Navalny pide a los que se inclinan por un voto de protesta que elijan a otros partidos opositores al Kremlin. El sitio web del proyecto se puso en marcha el 15 de septiembre, pero inmediatamente fue bloqueado por la autoridad rusa de telecomunicaciones. Sin embargo, los creadores del sitio web afirman que, al menos, la aplicación seguirá funcionando.
En los últimos años, Navalny ha llegado a tener éxito con “Vote Smart”. Así, por ejemplo, en las elecciones al Parlamento de la ciudad de Moscú de 2019, los candidatos de la oposición ganaron casi la mitad de los mandatos directos. Y el líder moscovita del partido del Kremlin perdió ante un comunista.
Dejando a la oposición fuera Los candidatos de la oposición siempre han tenido dificultades en las elecciones en Rusia. Pero, esta vez, la presión es especialmente fuerte. Cuando Navalny ya estaba tras las rejas, su Fundación para la Lucha contra la Corrupción fue clasificada como extremista y finalmente prohibida. Así, sus seguidores no pudieron participar en las elecciones, y algunos de sus correligionarios viven en el exilio. “Navalny es visto por el Kremlin como un verdadero peligro”, sostiene el político opositor ruso Vladimir Milov, en entrevista con DW, “porque tiene la capacidad de movilizar a los ciudadanos a través de internet.”